On yos Nole Ksum. ¿Rop Éuq?
Euqrop on yos onacirfadus ed otneimican.
Euqrop on yos oreinegni.
Ocopmat oiranollim.
In oñeud ed Alset Srotom.
Em argela euq Nole ellorrased sotnevni omoc Poolrepyh, o us otnetni ed recah anu dadeicos anamuh airatenalpitlum.
Em aíratsug rajaiv a Etram. Orep on érdop olrecah aroha, euqrop on aírivres omoc atuanortsa.
Yos etnatsab eprot. Opmor sasoc noc dadilicaf. Odivlo sasoc setnatropmi, néibmat sal sonem.
Orep lé ocopmat árajaiv a Etram ne setehoc setnagig omoc soleicacsar. ¡Néiuq áraborp sol stobor euq náriurtsnoc seragul selbatibah ne al eicifrepus anaicram? ¿O ojab al eicifrepus?
Is lé areuf álla, sel aírad aznaifnoc a solleuqa euq nemet rilas a al aderev ed sus seragoh, orep nev omoc anu nóiculos a sus sadiv recah nu ejaiv ed adi a Etram.
Sohcum es natnugerp is áratpeca le oífased. Aíres nu oicogen odnoder: agap ut ejaiv arap euq ut adiv eibmac rop otelpmoc. ¡Somav a Etram!
¿Éuq rosrevni on aíragseirra us orenid ne atse lausuni aíñapmoc acitsírut laicapse?
Átse oralc euq on odeup emrecah rasap rop Nole Ksum. ¿Néiuq aíraifnoc ne ím is sel ogid Somav a Etram?
Lat zev anu añapmac ed gnitekram aírecnevnoc a sol setneciter, noc sejasnem ed sanosrep senumoc omoc oy. Sám o sonem seprot. Nis orenid. Euq sámaj naíres sadanoicceles omoc satuanortsa. Y ol sám acrec euq nátse ed rajed al dadevarg ertserret se alrazarba noc rovref y alramrofsnart noc sol soñeus y al nóicanigami…
¡Ne dadrev, aíres nu narg oicogen! Odeup emranigami sol sosiva sovisivelet: “7 senozar rop sal euq detsu aírdop rajaiv a Etram nis setneinevnocni”. “Sitarg (o isac) detsu edeup recah omsirut onaicram”.
Is em aragell a ritnes odartsurf ne Etram, on oerc euq le oserger aes sám ocimónoce euq le ejaiv ed adi. Aírebed emrazrofse, rajabart ohcum, euqrop rinuer sorroha arap le oserger aíravell sám opmeit.
Otseup ísa, ecerap anu dadinutropo adnoder. Nis sallaf. Ne Etram aírbah etnadnuba onam ed arbo elbinopsid. ¿Néiuq on aírreuq raserger a al Arreit y elrartsom a sus serailimaf y sedatsima ol neib ueq es eviv ne Etram? Euq yah nu odnum, onaicram, ed sedadinutropo.
Lat zev es aíratased anu eicepse ed erbeif led oro, anu erbeif anaicram. Aírbah nu odnum ed sedadinutropo on olós arap socifítneic y satuanortsa. Áres anu anim ed oro arap saserpme euq nallorrased arutcurtsearfni, saíñapmoc ed seneib secíar. Em onigami euq omoc ne sol sotreup sertserret árbah sedadinutropo arap serodamit, soitis ed otneiminetertne – socsetnagig seuqrap socitámet… sertserret-, serejum ed aneub y alam adiv. Serodednev ed sopiuqe arap esrarutneva ne Etram. Selaicifo ed al yel. Seceuj. Sodagoba. Satsidoirep. Sogirélc. Seleif. Sasac ed atla arutsoc. Sodacremrepus nos sodot sol sotnaleda socigóloncet. Atnev ed serinevuos noc sal sadneyel: Oy oma Etram. Rev Etram y séupsed rirom. Oy evutse ne Etram ¿y detsu?
¿Árbah sovitiguf? Em oreifer a sanosrep euq ay on nárdnet oitis ne al Arreit en éuq esraigufer, y nárigele Etram euqrop no nárreuq ratibah sol sonaéco sertserret, o esrajola ne sotomer soiretsanom sodagloc ed soicipicerp selamsiba, o esratsila ne al nóigeL Arejnartxe.
Ís, álla árbah oicapse arap sal sama ed asac euq no natropos anu atog ed ovlop ne us oirailibom. Y nárebed ratartnoc lanosrep ed aznaifnoc arap euq eipmil al aíretalp.
Ne dadilaer, Etram árirba nu osrevinu, acnun rojem ohcid, ed esdadinutropo.
Onugla es ol aírdop recah rebas a Nole, y lé aírdop emrigele arap razebacne al añapmac. Es aíramot sotof ogimnoc, odnalrahc. Aíratse acrec ed lé odnauc naznal sol setehoc, sol Senogard la oicapse, o odnauc ecnal a Etram al aremirp nóisim etnemaretne adavirp la odamall atenalp ojor.
¿Érdnet euq ricudart otse? ¿Omóc, is on, es áraretne Nole Ksum ueq oy on yos lé, orep aírdop elres litú?
No soy Elon Musk
¿Por qué?
Porque no soy sudafricano de nacimiento.
Porque no soy ingeniero.
Tampoco millonario.
Ni dueño de Tesla Motors.
Me alegra que Elon desarrolle inventos como Hyperloop, o su intento de hacer una sociedad humana multiplanetaria.
Me gustaría viajar a Marte. Pero no podré hacerlo ahora, porque no serviría como astronauta.
Soy bastante torpe. Rompo cosas con facilidad. Olvido cosas importantes, también las menos.
Pero él tampoco viajará a Marte en cohetes gigantes como rascacielos. ¿Quién probará los robots que construirán lugares habitables en la superficie marciana? ¿O bajo la superficie?
Si él fuera allá, les daría confianza a aquellos que temen salir a la vereda de sus hogares, pero ven como una solución a sus vidas hacer un viaje de ida a Marte.
Muchos se preguntan si aceptará el desafío. Sería un negocio redondo: paga tu viaje para que tu vida cambie por completo. ¡Vamos a Marte!
¿Qué inversor no arriesgaría su dinero en esta inusual compañía turística espacial?
Está claro que no puedo hacerme pasar por Elon Musk. ¿Quién confiaría en mí si les digo vamos a Marte?
Tal vez una campaña de marketing convencería a los reticentes, con mensajes de personas comunes como yo. Más o menos torpes. Sin dinero. Que jamás serían seleccionadas como astronautas. Y lo más cerca que están de dejar la gravedad terrestre es abrazarla con fervor y transformarla con los sueños y la imaginación…
¡En verdad, sería un gran negocio! Puedo imaginarme los avisos televisivos: “7 razones por las que usted podría viajar a Marte sin inconvenientes”. “Gratis (o casi), usted puede hacer turismo marciano”.
Si me llegara a sentir frustrado en Marte, no creo que el regreso sea más económico que el viaje de ida. Debería esforzarme, trabajar mucho, porque reunir ahorros para el regreso llevaría más tiempo.
Puesto así, parece una oportunidad redonda. Sin fallas. En Marte habría abundante mano de obra disponible. ¿Quién no querría regresar a la Tierra y mostrarle a sus familiares y amistades lo bien que se vive en Marte? Que hay un mundo, marciano, de oportunidades.
Tal vez se desataría una especie de fiebre del oro, una fiebre marciana. Habrá un mundo de oportunidades no solo para científicos y astronautas. Será una mina de oro para empresas que desarrollan infraestructura, compañías de bienes raíces. Me imagino que como en los puertos terrestres habrá oportunidades para timadores, sitios de entretenimiento -gigantescos parques temáticos… terrestres-, mujeres de buena y mala vida. Vendedores de equipos para aventurarse en Marte. Oficiales de la ley. Jueces. Abogados. Periodistas. Clérigos. Fieles. Casas de alta costura. Supermercados con todos los adelantos tecnológicos. Venta de souvenires con las leyendas: Yo amo Marte. Ver Marte y después morir. Yo estuve en Marte ¿y usted?
¿Habrá fugitivos? Me refiero a personas que ya no tendrán sitio en el mundo en donde refugiarse, y elegirán Marte porque no querrán habitar los océanos terrestres, o alojarse en remotos monasterios colgados de precipicios abismales, o alistarse en la Legión Extranjera.
Sí, allá habrá espacio para las amas de casa que no soportan una gota de polvo en su mobiliario. Y deberán contratar personal de confianza para que limpie la platería.
En realidad, Marte abrirá un universo, nunca mejor dicho, de oportunidades.
Alguno se lo podría hacer saber a Elon, y él podría elegirme para encabezar la campaña. Se tomaría fotos conmigo, charlando. Estaría cerca de él cuando lanzan los cohetes, los Dragones al espacio, o cuando lance a Marte la primera misión enteramente privada al llamado planeta rojo.
¿Tendré que traducir esto? ¿Cómo, si no, se enterará Elon Musk que yo no soy él, pero podría serle útil?